CRÍTICA DE CINE: Un monstruo viene a verme

Después de ver las tres películas hasta la fecha de J. A. Bayona me pregunto seriamente si tendrá acciones en alguna empresa de pañuelos de papel porque está claro que le encanta hacer llorar al público. Y normalmente lo consigue, de hecho creo que fui de los pocos espectadores de la sala que no lloró en ningún momento. Y no es que yo sea un cacho carne, es más, últimamente me emociono más viendo películas que antes; es que odio la sensiblería y lo lacrimógeno y cuando detecto que en una película me están intentando hacer llorar me ocurre justo lo contrario, me salgo de la historia y por lo tanto no me emociono en absoluto. Por eso no me gustó nada Lo imposible a pesar de que estaba muy bien hecha y tampoco me habría gustado nada esta (con lo que lógicamente le habría puesto una nota más baja) de no ser por ciertos factores: en la primera parte de la película no abusa tanto de lo melodramático, la historia me pareció original y bonita y mezcla muy bien realidad y fantasía. Y sobre todo por las dos partes animadas, sorprendentes y maravillosas, que refuerzan el tono de cuento de hadas y que me parecen lo mejor de la película.Como en sus dos films anteriores y a pesar de su querencia por lo lacrimógeno, Bayona demuestra que es un gran director que domina a la perfección los recursos del lenguaje cinematográfico y que sabe rodearse de magníficos profesionales. Técnicamente destacan la estupenda fotografía y los espectaculares efectos especiales, que al contrario que en la mayoría del cine de Hollywood actual están al servicio de la historia y no al revés.
Y también vuelve a contar con grandes actores, sobre todo Sigourney Weaver, Felicity Jones y un impresionante crío, Lewis MacDougall, que fue un enorme acierto de casting y que con sólo 12 años demuestra que está al nivel de intérpretes con más edad y experiencia o incluso les supera, como ocurre con Toby Kebbell, que interpreta a su padre con bastante menos convicción.
Por cierto, hay que avisar que a pesar de lo que pueda parecer y de que tiene algunos momentos que pueden dar un poco de miedo esta no es una película de terror en absoluto sino una mezcla de drama (más bien un dramón) con fantasía, algo así como un cuento de hadas moderrno. Así que no tiene nada que ver con El orfanato más allá de los temas recurrentes en el cine de Bayona: las relaciones materno-filiales y la muerte.

Nota: 7 sobre 10
Lo mejor: las partes de animación
Lo peor: que es demasiado sensiblera

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