CRÍTICA DE CINE: El renacido (The Revenant)

Esta película es un compendio de lo que se llama Tour de Force. Está el que hace Iñárritu demostrando todo su talento como director (que no es poco) con secuencias o escenas que dejan con la boca abierta y/o ponen los pelos de punta y consiguiendo grandes interpretaciones de todos sus actores, tanto los conocidos y veteranos como los que no lo son. Está el de DiCaprio, que se deja la piel (me da a mí que literalmente en más de un momento) con un papel muy difícil y exigente emocionalmente pero sobre todo físicamente y que vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores en activo. Está el del director de fotografía, Emmanuel Lubezki, que además de retratar de maravilla los espectaculares paisajes donde se rodó usa estupendamente recursos como el fuego, el humo o el agua. Y está el de los departamentos de dirección artística, vestuario, maquillaje, sonido y efectos especiales, que consiguen dar una verosimilitud brutal (nunca mejor dicho) a lo que ves en pantalla.
Pero a pesar de su innegable calidad no ha terminado de convencerme y me parece que al final exige también un Tour de Force de los espectadores por 2 razones:
1. Le sobra media hora si no más. Y es que su director parece haberse contagiado de la falsa idea de que épica equivale a larga duración y se olvida de que existe un recurso narrativo llamado elipsis, con lo que hay partes que llegan a aburrir.
2. Aunque parece ser que está basada en hechos reales la sucesión de desgracias y casualidades que ocurren al protagonista hace que llegue a ser bastante inverosímil y éste termine pareciendo más un superhéroe que un pobre hombre víctima de las circunstancias.
Aún así es muy recomendable, siempre teniendo en cuenta que hay que tener paciencia y estómago, esto último porque es tan cruda y brutal como las condiciones de vida que retrata.

Nota: 7 sobre 10

Lo mejor: la fotografía y la interpretación de DiCaprio

Lo peor: su excesiva duración e inverosimilitud