CRÍTICA DE CINE: 1917

En 1948 Hitchcock quiso rodar La soga en un único plano secuencia pero puesto que la tecnología de entonces no lo permitía tuvo que falsearlo y como reconoció a Truffaut en el imprescindible libro El cine según Hitchcock no quedó nada satisfecho con el resultado.
71 años después Sam Mendes, sin duda uno de los mejores directores del cine actual, ha logrado cumplir el sueño de Hitchcock gracias a la tecnología digital (aunque con algún truco que otro) pero afortunadamente la ha puesto al servicio de una historia, al contario que en gran parte del cine actual en el que la historia no tiene importancia y solo es una excusa para el lucimiento de los responsables de la infografía o de directores endiosados.
Mendes ha usado de maravilla los recursos del plano secuencia y la cámara móvil para conseguir que parezca que el espectador está dentro de las escenas acompañando a los protagonistas y viviendo los horrores de la guerra, lo que logra que empatice más con ellos y por lo tanto que la tensión sea mayor en los momentos en los que sus vidas están en peligro y que importe más su sufrimiento. Y a esto ayudan y mucho las estupendas interpretaciones del reparto, especialmente George MacKay que borda un papel muy complicado, la espectacular fotografía de Roger Deakins, que en más de un momento me dejó con la boca abierta y los efectos de sonido.
Por poner alguna pega a esta magnífica pelicula, de las mejores bélicas (o más bien anti-bélicas) que he visto, diría que el argumento es poco original (aunque por lo visto está basado en las historias que le contó a Mendes su abuelo, que participó en la guerra) y que no me ha gustado que se muestre a los soldados alemanes como malos malísimos. Y hay que advertir que es muy cruda, como debe ser una película que trata sobre la I Guerra Mundial de forma realista.

Lo mejor: la dirección y la fotografía
Lo peor: la forma de retratar a los alemanes

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