RELATO: Cumbres resacosas

Hostia puta, que mal me encuentro, creo que voy a echar la pota.

Vale, ya está, menos mal que he conseguido llegar al water porque si no ésta me mata. Por cierto, ¿dónde coño estará?, ¿se habrá ido a correr después del fiestón de anoche?, no me extrañaría... con lo sosa y aburrida que es seguro que no se puso pedo. Es como la canción de La mataré, jamás pierde el control. 

La verdad es que no tenía una resaca tan chunga desde aquella vez que, con 16 años, me bebí una botella de whisky de mi viejo con Juanito. Normal, con el ciego que me pillé anoche... pero que coño, no se ganan 6 putos Goyas todos los días. Aunque la verdad es yo no gané... otra vez será. Que se jodan todos los que decían que una adaptación moderna y ambientada en España de Cumbres Borrascosas iba a ser un fracaso como una catedral. Ya sabía yo que iba a ser un bombazo desde que leí el guión. 

Seguro que con la nominación Almodóvar me llama para su próxima peli. O Amenábar, si es que la rueda en España. 

Madre mía, no me acuerdo de nada desde que llegamos a la fiesta, vaya tela. Bueno, sí que me acuerdo de algo, de que al principio me pasé todo el rato evitando al cabrón de Héctor porque cada vez que le veo me acuerdo de lo que tuve que hacer para conseguir el papel. Normal... cómo se me va a olvidar que tuve que dejar que me la chupara... en la puta vida. Ahora entiendo a las tías esas del Me Too, que antes me parecían unas feminazis. Seguro que no es la primera vez que hace algo así, el muy asqueroso. O algo peor, pero no pienso decir nada, me moriría de vergüenza si alguien se enterara. Encima mi personaje se llamaba como él, a pesar de que intenté que le cambiaran el nombre. Pero no hubo manera porque tenía que empezar por h, como Heathcliff, y la verdad es que Hernando o Herminio son nombres muy feos. Por lo menos casi no apareció por el rodaje, menos mal que era el productor y no el director... pero claro, a la fiesta no podía faltar y menos después de haber ganado el Goya a la mejor película. Cada vez que le veía sonriendo con el cabezón en las manos me daban ganas de quitárselo y estampárselo en todos los morros. 

A ver, voy a intentar acordarme de todo, no vaya a ser que la cagara y Bea se haya vuelto a cabrear conmigo, para variar. 

Llegó un momento que estaba tan pedo que cuando uno de los de arte me invitó a unas rayas le dije que sí. Espero que Bea no me viera, pero no creo que lo hiciera porque me habría montado el pollo delante de todo el mundo. Parece que le gusta dejarme en evidencia a la muy gilipollas... Ya sé que le prometí que se había acabado, pero qué hostias, una vez al año no hace daño. Tampoco es que me vaya a enganchar otra vez si me meto de vez en cuando.

Joder, me acuerdo que Cristina no paraba de tontear conmigo, como en el rodaje. Y, como entonces, Bea me vigilaba todo el rato y nos echaba unas miradas de esas que matan. Seguro que se enteró de que tiene más cuernos que un ciervo... y yo que pensaba que era tonta del culo. Intenté poner la excusa de que era todo para preparar nuestros personajes, para que fuera más creíble el romance entre Héctor y Catalina, pero está claro que no coló. Estoy seguro de que aceptó un papel tan secundario sólo para poder vigilarme, que asco de tía. 

¡Madre mía! Acabo de acordarme que en la fiesta Cristina hizo algo más que tontear conmigo, me soltó que podíamos consolarnos mutuamente por no haber ganado nuestros Goyas. La leche, no me puedo creer que olvidara que al final aproveché que Bea estaba ocupada hablando con unos productores y me llevé a Cristina al servicio para follármela ¡Joder! ¡Me cago en la puta! ¡Cómo se me ha podido olvidar! ¡Bea entró justo en ese momento! Seguro que estaba buscándome. No dijo ni mú, la tía, sólo se quedó mirándome con una cara... igualita que la que ponía cuando hizo de Martirio en Bernarda Alba. Y se fue dando un portazo. Tengo que llamarla... ¿Dónde coño está el puto móvil?, voy a ver... creo que lo dejé en el salón.

Joder, qué mareo me ha dado, anda que si me hubiera visto la gente... Arturo Álvarez, flamante nominado al Goya al mejor actor protagonista, en calzoncillos y agarrado a la puerta de su habitación para no caerse de boca... sería portada en todas las revistas de cotilleos, fijo. A ver si consigo llegar al salón sin partirme la crisma.   
Ahí está el móvil, en la mesa.

¿Y esto?

Lo de anoche fue la gota que colmó el vaso, no pienso aguantarte ni un minuto más. No te molestes en llamarme ni en buscarme, he cambiado de número de móvil y me he ido a un hotel. Y no llames a mi madre ni a mis amigas porque no le he dicho a nadie donde me voy a alojar. Pensándolo mejor, llámalas, que se van a divertir mucho mandándote a la mierda. Como verás si buscas, me he llevado mis dos maletas con las cosas imprescindibles. De momento puedes seguir viviendo ahí, pero yo que tú me pondría a buscar ya otra cosa porque pienso quedarme con todo. Te mandaré los papeles del divorcio lo antes posible y más te vale firmarlos si no quieres que todo el mundo se entere de cómo conseguiste el papel de Héctor. Espero no tener que volver a verte y te juro que no trabajaré otra vez contigo ni aunque me lo pida Scorsese en persona. Hasta nunca.

Comentarios

Entradas populares de este blog

RELATO: Las aventuras de Xymón y Kyras (o Kyras y Xymón)

AVENTURA PARA 8 TERRAS: La Doncella de Orleans

RELATO: El fraile remensa